Columna de Opinión Ley REP Gonzalo Uriarte.

La economía sostenible del futuro es hoy.

La ciencia nos ha demostrado que sólo hay una forma de desarrollo posible y es el desarrollo sostenible. Los estudios lo advierten: es urgente adoptar medidas para detener el cambio climático y sus devastadores efectos. Un desafío mundial que tuvo reunidos hace algunos días a delegados de casi 200 países para llegar a acuerdos sobre las mejores medidas para detener el calentamiento global.

Frente a este desafío, la economía circular ofrece un marco de soluciones que se hacen cargo, entre otras cosas, de preservar la naturaleza y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Su implementación implica cambios en distintas dimensiones de la economía, desde la producción hasta el consumo.

En esta línea, el objetivo de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que se encuentra en implementación, es disminuir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y valorización, a través de la responsabilidad extendida del productor y otros instrumentos de gestión de residuos.

Tanto la Ley REP como el modelo de economía circular tienen dos grandes objetivos: reducir la extracción de materias primas haciéndolas recircular en el sistema productivo y reducir la generación de residuos, desde el diseño.


En este contexto, a partir de 2023 las empresas estarán obligadas a organizar y financiar la recolección y valorización de los residuos de los productos que comercialicen en Chile.

En AB Chile, asociación gremial que agrupa a productores de alimentos y bebidas, hemos colaborado desde su inicio para alcanzar los objetivos de la ley, iniciando la implementación del primer sistema de gestión de envases y embalajes, el Gran Sistema Colectivo Domiciliario (GRANSIC), que actualmente es el único en tramitación ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. 

El GRANSIC impulsado por AB Chile, nació con 25 compañías de distintos rubros que se sumaron al desafío y esperamos que se incorporen otras de las más de 14.500 empresas que estarán sujetas a esta regulación. 

Los desafíos que establece la ley son enormes y buscan hacerse cargo de cerca de dos millones de toneladas de envases y embalajes que se ponen en el mercado cada año y de los cuales solo un 27% se reciclan. 

Por ello, creemos que la implementación debe ser entendida de manera colectiva y con el mayor número de actores. Mientras más residuos se gestionen en un mismo sistema, más eficiente será el uso de los recursos y se obtendrán mejores resultados a largo plazo.

Como impulsores del primer GRANSIC, seguimos trabajando y haciendo los ajustes para culminar con éxito este proceso que inició su tramitación en abril de 2021 y que, de acuerdo con los plazos de las siguientes etapas, esperamos terminar en julio de 2022. 

Hacemos un especial llamado a las empresas para que se sumen al GRANSIC y de esta forma transitar hacia la economía sostenible, resiliente y carbono neutral que el Chile y los chilenos del presente y del futuro nos exigen.

Gonzalo Uriarte

Presidente de la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile)

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