AB Chile advierte efectos en importación de alimentos por inclusión de concepto de soberanía alimentaria en Convención

El presidente del gremio, Gonzalo Uriarte, aseguró que el avance de normas en el proceso constituyente podría limitar el sistema productivo del país.

Con preocupación ve la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile) el avance en la Convención Constituyente de algunas normas que tienen relación con la industria de alimentos. Según el presidente del gremio, Gonzalo Uriarte, la disponibilidad de alimentos y los efectos en los niveles de precio —en un escenario en el que ya hay importantes variaciones— son algunas de las consecuencias que asegura podrían generarse de avanzar artículos que plantean cambios en el sistema de producción, uso de suelos y administración del agua.


—¿Cuáles son los riesgos para la industria de alimentos que según usted hay en el proceso constituyente? 'En distintas fases del proceso constituyente se ha propuesto incorporar conceptos que requieren previamente de un amplio debate no solo político, sino que también científico, técnico y económico, y que no pueden ser incorporados en la nueva Constitución de manera apresurada e irresponsable. Entre ellos está la soberanía alimentaria, que admite amplias interpretaciones y en que no hay consenso entre los especialistas sobre sus contenidos. Establecer en la Constitución la soberanía alimentaria sin concordar sus límites puede ser un acto de extrema gravedad'.

—¿Qué implica el concepto de soberanía alimentaria? 'Implica priorizar la producción agrícola local para alimentar a la población. Ese concepto olvida que el mundo es global y que las condiciones naturales otorgan ventajas comparativas para que cada país produzca determinados alimentos. Sus impulsores promueven una priorización de la producción interna en desmedro de las importaciones y el acceso a mercados internacionales. Esto puede derivar en diversas fórmulas regulatorias, que pueden ir desde la limitación a las importaciones y exportaciones, hasta la definición de los productos que se pueden producir a nivel nacional'.

—¿Qué alimentos podrían verse afectados? 'Somos un país deficitario en algunos alimentos claves del consumo de los chilenos, como las carnes, cereales, aceites y productos lácteos. El 14% del total de las importaciones de alimentos corresponde a carne de vacuno, un 3% a carne de ave y un 2,5% a carne de cerdo. Por su parte, en enero de este año, la producción nacional de carnes disminuyó un 17,1% en comparación con el mismo mes de 2021. Además, nuestro país consume cerca de 2,4 millones de toneladas de trigo al año, de las cuales solo un 45% son producidas en el país, el resto se importa de Argentina, Canadá y Estados Unidos. También, Chile consume cerca de 35 mil toneladas de legumbres al año, de las cuales solo un 25% son producidas en el país. El 75% restante es importado desde Canadá y Argentina'.

—¿Qué propone en esta materia? 'El principal desafío que deberíamos asumir como país es la seguridad alimentaria y esta se logra cuando todas las personas tienen acceso físico, social y económico permanente a alimentos seguros y de calidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias alimentarias para poder llevar una vida activa. Este es un concepto de la seguridad alimentaria mucho más concreto y efectivo que la soberanía alimentaria, que, como decía, lo que busca es priorizar la producción agrícola local para alimentar a la población y la verdad es que este concepto olvida que el mundo es global y que las condiciones naturales otorgan ventajas comparativas para que cada país produzca alimento'.

—¿No cree que esta preocupación sea más una defensa de los intereses de las grandes empresas? 'Nuestra preocupación va mucho más allá de la preocupación de la industria de los alimentos y bebidas, porque esto también afecta al sistema productivo del país, que se forma también en una fuerza productiva muy importante de las pequeñas y medianas empresas, por eso que nos preocupa mucho también la nueva regulación constitucional del agua y del suelo. Que el Estado pueda definir el uso del agua y el suelo puede provocar una fuerte modificación en la estructura agrícola y productiva, poniendo en serio riesgo una serie de producciones agrícolas según la determinación del gobierno de turno. Todo eso conforma un panorama muy desalentador porque además agrega un componente de incerteza para una serie de productores que verán comprometida su libertad para definir qué y cómo producir'.

—Otra de las normas que alertó a AB Chile tiene que ver con la regulación de plaguicidas, agroquímicos y transgénicos sobre la base del principio precautorio. ¿Por qué esto tendría efectos negativos para la industria de alimentos? 'Coincidimos en la importancia de regular el uso de plaguicidas, agroquímicos y transgénicos altamente peligrosos, tal como ya se hace actualmente. Sin embargo, tal como se plantea en la discusión constitucional, se deja en manos de nuevo del regulador de turno. Con el principio precautorio se entra en un terreno sumamente peligroso, especialmente si consideramos el riesgo que este opere sin evidencia científica concreta y permita que se tomen decisiones que perjudicarán directamente la producción de alimentos'

Alza de precio del aceite: 'Se debe a un fenómeno inflacionario de carácter global'

El alza sostenida del precio del aceite también es un tema que mantiene en alerta a AB Chile. 'El aumento de precios se debe a un fenómeno inflacionario de carácter global, que no solo se da en Chile ni afecta a un solo producto como el aceite. Lo vemos en Europa, Estados Unidos y América Latina, y afecta a cientos de productos y servicios', afirmó Gonzalo Uriarte, presidente del gremio.

Las asociaciones de consumidores y parlamentarios solicitaron a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) investigar posibles conductas anticompetitivas en el mercado de este producto. De hecho, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, también se sumó a estos cuestionamientos, asegurando que la FNE debiera investigar las áreas en las que se han 'disparado demasiado los precios'.

'Descarto cualquier conducta anticompetitiva o contraria a la libre competencia, porque la realidad de aumento de precios se debe a un fenómeno mundial muy complejo y que no solo se da en Chile', enfatizó Uriarte. 'Estamos en un escenario de escasez de aceite de maravilla a nivel mundial, y somos parte de un mundo sumamente conectado, donde la menor oferta global genera que muchos países se abran a otros mercados para satisfacer su demanda interna', agregó.

"Se ha propuesto incorporar conceptos que requieren previamente de un amplio debate no solo político, sino que también científico, técnico y económico, y que no pueden ser incorporados en la nueva Constitución de manera apresurada'.

Nuestra preocupación va mucho más allá de la preocupación de la industria de los alimentos y bebidas, porque esto también afecta al sistema productivo del país'.

Pie de página C. Undurraga

 
 
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