Gremio de Alimentos y Bebidas cuestiona propuesta de circular del SII: “El SII se está excediendo en sus atribuciones, estableciendo un impuesto por la vía administrativa y sin fundamentos.”

La gerenta general de AB Chile, Marisol Figueroa, afirmó que “el intento de la entidad por gravar bebidas isotónicas, hipotónicas y néctares desconoce las definiciones técnicas del Reglamento Sanitario de Alimentos y la ley vigente”. “De concretarse la medida, el SII atentaría contra los esfuerzos de las empresas por reformular productos y perjudicaría a los consumidores que optan por alternativas saludables, implementando un nuevo impuesto en plena pandemia”, aseguró la ejecutiva.

Luego de la publicación de un proyecto de circular por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII) que busca modificar el tratamiento tributario de bebidas isotónicas, hipotónicas y néctares, la Asociación de Alimentos y Bebidas A.G. (AB Chile) manifestó su preocupación por los efectos que tendría la medida, junto con advertir que la entidad se estaría excediendo en sus atribuciones. Al respecto, la gerenta general del gremio, Marisol Figueroa, argumentó lo siguiente:


“La circular del SII buscaría ampliar de forma arbitraria las categorías del IABA al incluir néctares, bebidas isotónicas e hipotónicas. Con esto, desconoce lo establecido en la propia ley, en el Reglamento Sanitario de Alimentos y en sus propias resoluciones y oficios de los últimos 30 años, excediéndose de manera evidente en sus atribuciones, al fijar un impuesto por la vía administrativa y debilitando la institucionalidad al no entregar argumentos ni fundamentos técnicos sólidos”.

“Es fundamental entender que la circular tiene claros vicios de legalidad, ya que se están vulnerando garantías consagradas en nuestro ordenamiento jurídico en materia tributaria y sin fundamentos técnicos. La potestad interpretativa del SII no puede modificar la ley, sino que debe moverse sólo dentro de los márgenes que esta misma le otorga”. 

“El SII desconoce lo ya estipulado en el Reglamento Sanitario de Alimentos (RSA), que entrega definiciones técnicas extremadamente precisas y normativas, que son la base sobre las que hasta ahora se ha aplicado el IABA. El RSA contiene una diferenciación que atiende a criterios estrictamente técnicos. El SII no puede desatender el alcance del reglamento, especialmente cuando está en juego la salud de la población, sólo para aumentar la recaudación de impuestos”. 

“Los néctares, bebidas isotónicas e hipotónicas están claramente reguladas y especificadas en el RSA, donde queda estipulado que aquellos productos son categorías distintas a las bebidas analcohólicas. Al desconocer la normativa técnica y la forma en que se ha aplicado la ley, se está haciendo un grave daño no solo a la institucionalidad, sino que también a toda la industria de bebidas e incluso a la población en general, toda vez que el cambio que proponen es tremendamente regresivo y contrario al espíritu del reglamento”. 

“Este tipo de impuestos va a afectar directamente a los grupos de menores ingresos del país. Gravar este tipo de productos de manera arbitraria y mediante una interpretación distinta al Reglamento Sanitario de Alimentos, se traducirá en un nuevo impuesto en plena pandemia, que afectará directamente el bolsillo de una gran mayoría de las familias chilenas que busca consumir productos saludables”. 

“El IABA en particular se aplica para la venta o importaciones de productos que esa norma designa con fines muy específicos, distintos a los meramente recaudatorios. En ese aspecto, nunca se ha gravado la venta de néctares y bebidas isotónicas e hipotónicas, atendiendo las cualidades nutritivas y el aporte a la salud que esos bebestibles brindan. 

“Es importante recalcar que hay categorías de bebidas que han hecho grandes esfuerzos por reformularse y entregar productos de calidad y saludables para la población. Es así como el 90% de los néctares se han reformulado, son libres de sellos y no tienen azúcar añadida. El tipo de medidas que busca implementar el SII atenta contra estos esfuerzos y podría perjudicar el consumo de productos saludables para la población”. 

“La propuesta de la circular tendría un impacto recaudatorio desproporcionado para ser sólo un cambio de criterio y de interpretación. Los US$32 millones, cifra expuesta por ellos mismos en distintas plataformas, es similar a la obtenida gracias a la reforma tributaria del año 2014, donde las bebidas analcohólicas fueron gravadas con US$ 36,5 millones adicionales. Claramente algo no cuadra si esta interpretación, mediante circular, produce el mismo efecto económico que una reforma legal”. 

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