Erick Scheel, de PepsiCo: “En 2022 incorporamos el equivalente a 1,6 billones de botellas de plástico reciclado en nuestros empaques”
La sostenibilidad va tomando mayor relevancia en la gestión de las compañías de diversos sectores y ya no se trata solo de esfuerzos aislados, sino de acciones transversales a todas las unidades de negocio.
La presión en las empresas para lograr objetivos en materia de sostenibilidad es alta. Según PwC, en el documento “El nuevo mandato en materia de sostenibilidad”, construir mejores empresas en un mundo de cero emisiones netas a menudo conlleva tomar decisiones complicadas.
“Los inversores son conscientes de las ventajas de estas iniciativas pero no están dispuestos a tener un menor retorno de sus inversiones. Los clientes, por su parte, están empujando a las compañías al cambio, pero tampoco están dispuestos a asumir precios más altos. Además, las inversiones en tecnología climática no están focalizadas en aquellos aspectos que tienen una mayor capacidad de reducción de emisiones”, dice el documento de PwC.
Es un escenario complicado para todas las industrias, pero muchas ya han trazado el camino para lograr sus objetivos en este campo. Es el caso de de PepsiCo, la multinacional de snacks y refrescos, que a través de PepsiCo Positivo (Pep+), ha elaborado un plan para llevara a cabo una transformación estratégica en sus operaciones que pone a la sostenibilidad y al capital humano en el centro para generar crecimiento y valor compartido.
Latinoamérica no está exenta de esta estrategia. Recientemente, la compañía reportó importantes avances, como la operación de cuatro plantas de alimentos con consumo cero de agua de la red pública en América Latina. Dos de ellas se ubican en México, una en Brasil y una más en Colombia. En conjunto, estas instalaciones de producción acumularon 550 días sin consumir agua de mantos acuíferos locales en 2022.
Para Erick Scheel, presidente para PepsiCo Bebidas Latinoamérica, la innovación ha sido el hilo conductor hacia el valor compartido al generar un impacto positivo en las personas y el medio ambiente.
“En 2022 logramos incorporar el equivalente a 1,6 billones de botellas de plástico reciclado en nuestros empaques, reducir nuestro consumo de agua en un 25% versus 2015, y disminuir nuestras emisiones de carbono equivalentes a lo que 19,5 millones de árboles absorberían en un año. Todo esto mientras trabajamos junto a las comunidades para fortalecer la recolección y el reciclaje de plásticos en la región. Algunos ejemplos de este trabajo son Ecoce en México, Reciclando en Comunidad en Perú y Ecuador y Movimiento RE en Colombia”, dice el ejecutivo.
De esta forma, la estrategia de inversión se enfoca en seguir transformando las operaciones, alineados a la visión de pep+. “Buscamos invertir en un portafolio de bebidas relevante para los consumidores actuales: considerando las características del producto, su empaque y cómo se produce y ofrece”, dice Scheel.
Y es que para el ejecutivo de PepsiCo, Latinoamérica presenta una gran oportunidad para los bienes de consumo de alta rotación (FMCG, sus siglas en inglés). Según estimaciones de Kantar, pese a que nuestra región representa el 6% del gasto global en FMCG, en 2022 contribuyó al crecimiento del valor de la categoría en un 20%.
“En cuanto a la industria de bebidas, encontramos un panorama positivo al notar un desempeño por encima del promedio de FMCG. No obstante, el éxito de nuestra industria dependerá de entender y acompañar al consumidor en la región, quienes hoy en día tienen la percepción de estar viviendo una recesión financiera y cambiando sus hábitos de consumo de acuerdo a esto”, dice Scheel. “Trabajamos en identificar y anticiparnos a las nuevas características de consumo, entre ellas: las compras más pequeñas y de menor volumen, una mayor experimentación con nuevos productos, las tendencias a canales de relación calidad-precio y el consumo en el hogar”, dice el ejecutivo de PepsiCo.
Pese a que gran parte de la región -y del mundo- se ha enfrentado a altos índices de inflación, esta no se ha reflejado en un impacto negativo en el consumo de productos de PepsiCo. Muestra de ello es que en 2022 los ingresos netos de PepsiCo Latinoamérica aumentaron 21%, generando más de US$ 9.700 millones de ingresos netos.
Además, la región representó el 12% de la utilidad operativa de la compañía a nivel global, tras crecer 19% versus 2021. “Esto es un reflejo del aumento en los ingresos y los ahorros en productividad implementados en la compañía”, explica Erick Scheel.
2023 evoluciona de forma favorable. En Latinoamérica, en el segundo trimestre del año las ventas de PepsiCo crecieron 18% y ascendieron a US$ 2.856 millones. "En el futuro, buscaremos elevar nuestro enfoque en iniciativas de productividad para respaldar aún más las inversiones en innovación, construcción de marca, digitalización y sostenibilidad para ganar en el mercado y fortalecer nuestros negocios a largo plazo", dijo el español Ramón Laguarta, presidente y consejero delegado de la multinacional.
Y es que el mercado demanda productos más saludables, con menos azúcar o preservantes. La industria de bebidas, sobre todo las empresas fabricantes de bebidas gasificadas son conscientes de esta exigencia.
“Nuestro compromiso global es asegurar que, para 2025, al menos el 67% de nuestro portafolio de bebidas contenga hasta 100 calorías de azúcares añadidos por cada 355 ml. En 2022 en Latinoamérica, superamos esta meta y alcanzamos el 81%. Una parte importante en este trabajo es la transformación de nuestro portafolio hacia bebidas con azúcares reducidos o sin azúcar. En esta misión, nuestro talentoso equipo de Investigación y Desarrollo ha aprovechado la tecnología para reformular nuestras icónicas bebidas sin comprometer el sabor que nuestros consumidores quieren y esperan. Ejemplos de esto son Pepsi Black, 7UP sin azúcar, Gatorade Zero azúcar y Mirinda”, concluye Scheel
*Artículo publicado por América Economía el 08 de agosto de 2023.